viernes, 5 de febrero de 2010

Ensayo sobre lo que me da la gana

Conforme escribía los ensayos de las exposiciones de mis compañeros me ha apetecido escribir las conclusiones que he sacado entre esta asignatura y alguna otra más a lo largo de este cuatrimestre. Dice así:

En la actualidad nos encontramos inmersos en un proceso de globalización económica, en una intensificación de la compresión espacio-tiempo que esta dando lugar a una integración productiva o producción deslocalizada cada vez mayor. Como consecuencia, la estructura de la fuerza de trabajo asalariado esta cambiando, y por ende también lo está haciendo la base social y los dilemas que se presentan ante los movimientos sociales.
Las empresas transnacionales cuentan con un mercado de trabajo cada vez más amplio. La mano de obra se encuentra localizada en Estados-nación, cada uno con una jurisdicción diferente. Estas empresas sólo tienen que elegir en cuál de estos estados van a instalar sus fábricas, y será en los que las condiciones laborales sean más precarias, en donde los trabajadores puedan ser explotados con mayor impunidad para que sus precios puedan ser más competitivos en un mercado de bienes y servicios localizado en el centro de la economía-mundo.
Las fábricas, que históricamente se habían localizado en los países del centro, se están desplazando hacia los países periféricos y semi-periféricos. Esto es posible gracias a unos medios de comunicación cada vez más avanzados que permiten esta unificación del proceso productivo.
Históricamente la organización de los trabajadores del centro ha tomado la forma de sindicatos. Las condiciones laborales de estos trabajadores han mejorado notablemente desde entonces y se hayan muy distanciadas de las de los trabajadores industriales de la periferia. Los intereses estos sindicatos son distintos, no abogan por el cambio social, comparten ideológicamente el funcionamiento del sistema con la clase propietaria.
La unión de la clase obrera a nivel global es cada vez más difícil debido a su distancia geográfica, cultural y material. Existe un sector obrero que vive en condiciones privilegiadas y otro sector, cada vez mayor, que vive en condiciones de precariedad absoluta.
Al mismo tiempo, se ha producido (y continua haciéndolo) una feminización de la fuerza de trabajo. Las mujeres, que no habían estado representadas en los movimientos sociales tradicionales, han emergido como un sector social que ha ido incorporándose progresivamente a la mano de obra asalariada y han pasado a formar parte de los movimientos sociales, adoptando y aportando nuevos marcos de conflictividad y cuestionamiento político, por ejemplo poniendo en duda instituciones como la familia o el matrimonio.
La globalización también supone una remodelación y degradación de los paisajes geográficos (sobre todo en los países periféricos) y esto ha hecho surgir un nuevo sector que se integra en los movimientos sociales: los ecologistas, que surgen en protesta de los expolios medioambientales causados por el sistema.
Los trabajadores se mueven para estar en contacto con el capital, esto causa migraciones en masa de países en los que no se dan procesos productivos a otros que sí se dan. Esto provoca una diversidad racial de la mano de obra, sin embargo, es importante que los movimientos sociales sepan acoger a estos trabajadores y no reproduzcan el discurso racista que encontramos en el sistema capitalista.
Nos encontramos ante una situación en la que la actuación a escala global contra el sistema se hace cada vez más difícil debido a este proceso de reordenación espacial de la producción y la nueva composición de los movimientos sociales. Éstos deben encontrar la clave para su organización en una escala postnacional.
A mi juicio esta clave se haya en fomentar en la solidaridad de los movimientos sociales del centro con los de la periferia, en donde el capitalismo está causando verdaderos estragos.
Se debe incidir sobre las contradicciones del sistema, aunque éstas sean cada vez más difíciles de sacar a la luz.

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